14 de octubre de 2009

Pida la Palabra

Los mariachis callaron

Una amiga me apuesta a que la palabra "mariachi" es de origen francés. ¿Es verdad?. Laura Gamboa, Sevilla (Valle).

Esta es la creencia más extendida sobre el origen de los famosos conjuntos de música mexicana que tocaban en las bodas o matrimonios (marriages) en tiempos en que Francia imperó en México a través de Maximiliano de Habsburgo (1864-1867). Incluso Alfonso López Michelsen, versado en música azteca, acoge la fácil etimología. Pero el libro 'El mariachi', de Jesús Jáuregui, demuestra que ya en 1832, tres decenios antes del imperio francés, hay documentos oficiales sobre un rancho llamado Mariachi, del que se registran más de diez topónimos. Ello prueba que el vocablo procede seguramente de un término pre-europeo.

Macondo

¿Qué significa originalmente Macondo, el pueblo donde transcurre "Cien años de soledad"? (Varios)

Aunque me he referido antes a este asunto, es uno de los temas más consultados a esta columna, quizás porque constituye materia de tareas escolares. Según el Diccionario de la Real Academia (DRAE), el macondo es "un árbol corpulento de la familia de las bombacáceas, semejante a la ceiba, que alcanza de 30 a 40 m. de altura". Contradictorio, el Lexicón de colombianismos de Mario A. Di Filippo afirma que el nombre proviene del latín, makondo, que significa plátano (¡); pero luego sostiene que es voz de los indios chimilas (que no conocían el latín). También señala que corresponde a un juego chino. Otras fuentes le atribuyen origen africano (bantú) y afirman que García Márquez tomó el nombre de una aldea o una hacienda. Lo cierto es que en el DRAE no aparece Macondo, por tratarse de un nombre propio, ni el adjetivo macondiano, por razones desconocidas.

Nombres falsos

¿Es correcto referirse a una persona como "alias Fulano de Tal", según extendida costumbre de los medios de comunicación? Apolinar M. Gámez J., Tunja.

El mundo de los nombres falsos es rico y variado. Los alias son sobrenombres que se adjudican a una persona ('Tirofijo', 'Rasguño'), y se emplean sobre todo en la jerga delincuencial, policial y judicial. El apodo es un sobrenombre que suele ser cariñoso pero puede tener otro origen (La 'Chiva' Cortés, 'Cochise' Rodríguez). El seudónimo es el nombre que escoge un escritor o artista en reemplazo del suyo (Voltaire, Klim). El heterónimo es el seudónimo con el que un escritor firma parte de su obra (Juan de Mairena era heterónimo de Antonio Machado). Por último, hipocorístico es la alteración de un nombre propio empleado comúnmente (Guillo, de Guillermo; Pepa, de Josefina; Maruja, de María).

¿Cómo llamarlos?

¿Cómo debemos llamar a las ciudades, por su nombre original o la traducción del nombre? Inés de Gómez, Sacramento (EE.UU.)

Depende. Normalmente, el nombre del topónimo resulta más manualito en español que en la lengua nativa; es mejor Nueva York que New York, Marsella que Marseille, Asís que Assisi, Austria que Österreich, Casablanca que Dar el Beiba. En algunos casos, sin embargo, es aconsejable mantener el nombre original o una traducción acomodaticia de este. Por ejemplo, Rio de Janeiro significa, literalmente, Río de Enero. Pero no hay quien lo identifique así. Un caso de traducción a la brava es el de München, ciudad alemana que en inglés y francés se escribe Munich. En español se acepta la forma Múnich: solo que la ch se pronuncia como k, circunstancia ananómala en nuestra fonética.

Por: Soledad Moliner

Publicado en: EL TIEMPO