Jeep. La versión más sólida que conozco sobre la etimología de la palabra para este tipo de automóviles que en español se denominan "camperos" es muy simpática. Los militares norteamericanos de finales de la década de los treinta llamaban carros G.P. a todos los que servían para "propósitos generales" (General Purpose). Tales iniciales se pronuncian yi/pi, de manera muy similar en inglés a la de Jeep, personaje de una tira cómica de E.C. Seger, el mismo autor de Popeye. Eugene the Jeep nació en 1936 y los militares relacionaron su nombre con el de los vehículos, de manera que la palabra creció como si hubiera comido espinacas. Finalmente la empresa Willys-Overland Motors registró el nombre en 1940. No figura en el DRAE, pero sí en el Panhispánico. En este tratado, como dije en la pasada edición de esta columna, aconsejan que se escriba "yip".
Nerd o nerdo. Los académicos no le han dado el visto bueno a este vocablo, ni se conoce en muchos países de habla hispana, pero figura en el diccionario de los jóvenes colombianos como una importación de la palabra inglesa "nerd", que designa al típico estudioso que sufre problemas para relacionarse con los demás. Según el investigador de etimologías inglesas Evan Morris, seguramente proviene del libro If I Ran the Zoo, de Theodor Geisel (también conocido como Dr. Seuss), donde un personaje la pronuncia, más con la intención de formar una rima sin sentido, que para darle el significado que hoy tiene. Quizá un nerd nos puede ofrecer más información sobre este término.
O.K. Dejé esta palabra para el final porque su etimología levanta ampolla. Conozco varias versiones de su origen y la que más me convence es la siguiente: en las décadas de 1830 y 1840 en Estados Unidos corrió la moda de usar iniciales que, en muchas ocasiones, eran modificadas para lograr mayor impacto o humor. (NG era "no go"; SP, "small potatoes"; OFM, "our first men"). La mayoría de ellas tuvieron una vida corta. No así O.K., que significaba "oll correct", una modificación de "all correct" (Todo correcto). La primera vez que apareció impresa fue en marzo de 1839, en Boston, pero recibió poderoso impulso en 1840, cuando los seguidores de un político demócrata llamado Martin Van Buren la adoptaron como nombre de su grupo político. A simple vista OK no tiene nada que ver con el personaje, pero se apoyaron en su lugar de origen, Kinderhook, localidad de Nueva York, para darle lógica. Así, dotaron de doble sentido la sigla: OK significaba, para ellos, "Old Kinderhook" (Viejo Kinderhook). El lema tomó vuelo. Los detractores del político siguieron el juego: dijeron, por ejemplo, que quería decir "Out of Kredit" y "Out of Klothes" (sin krédito, sin ropa). Editorialistas de periódicos y publicistas no se quedaron atrás y proporcionaron otras interpretaciones, como "Often Kontradicted" (Contradicho a menudo) y "Oll killed" (Todos asesinados). Estas fueron vitaminas para la sigla, cuya popularidad creció, se independizó y siguió su camino. Hoy es quizá una de las expresiones más globalizadas del mundo, aunque no tiene luz verde en los diccionarios oficiales de español.